jueves, 11 de junio de 2020

Hablamos sobre "Mutismo selectivo"



¡Hola a todos! 
Hoy hablaremos del Mutismo Selectivo. En el siguiente enlace mostraremos un breve resumen para darlo a conocer un poco más y no dejar que pase desapercibido. Una vez que estéis en la presentación, debéis ir pinchando sobre las estrellas azules para ver la información.
Espero que os sirva de ayuda. 
Gracias por dedicarnos un ratito. 

Pincha aquí para ver la presentación


Por Marina García, Logopeda de Centro Sie7e

lunes, 8 de junio de 2020

¡Jugamos al dominó!


Hoy os presentamos un juego para trabajar la conciencia silábica identificando la sílaba
inicial y final de palabras. Lo hemos llamado “dominó silábico”.

Se trata de poner todas las fichas boca abajo y repartir un máximo de 7 fichas por
jugador. Las que sobren deben dejarse a un lado de la mesa, boca abajo, ya que se irán
cogiendo más adelante. El juego consiste en ir uniendo las fichas en función de las
sílabas con las que empiezan y terminan las imágenes que representan a las palabras.
Cuando le toca a un jugador que no tiene ninguna ficha que poner, puede coger una por
una de las que habían sobrado al repartir hasta que le toque una que pueda poner en la
mesa. Gana el jugador que se quede sin fichas.
Es conveniente que antes de comenzar el juego repasemos el vocabulario de las palabras
para conocerlo bien, ya que algunas imágenes quizás puedan confundir.

¡¡Esperamos que os guste!!

Para descargar el material pulsa en el siguiente enlace: dominó silábico

Por Malu López, logopeda de Centro Sie7e.

martes, 2 de junio de 2020

Desarrollo del agarre del lápiz


No todos temenos la capacidad de hacer un agarre perfecto, por eso es esencial que aprendamos lo más importante: que el agarre sea funcional. Al agarrar el lápiz de una forma o de otra, la intención siempre es la misma: efectuar trazos en un papel o utilizar el lápiz como si fuera una baqueta y la mesa como si fuera un tambor. Da igual si el niño utiliza todo el puño o solo dos dedos, debemos primar la funcionalidad, es decir…que cumpla su objetivo final.
La pinza de agarre del lápiz tiene su anatomía particular. Los TO estudiamos el uso eficiente de las manos y ayudamos a los niños a ser más eficientes en sus tareas diarias. El uso deficitario del lápiz, así como otras actividades que implican la motricidad fina, es uno de los principales motivos de consulta que llegan al departamento de terapia ocupacional.
Normalmente, los niños con déficits en el agarre del lápiz solo están posicionando sus dedos de forma incorrecta y, con un poco de entrenamiento, superan rápidamente este problema. 

Schneck & Henderson (1990) estudiaron la progresión de la prensión del lápiz en los niños, y, aunque hay ligeras variaciones para cada uno de los grupos, aquí enumero algunos ejemplos de lo que observamos típicamente, desde menor a mayor madurez:
Empuñadura – Agarre palmar – Agarre cilíndrico: Aunque este agarre lo podamos nombrar de diferentes maneras, esta es la posición que solemos ver cuando el niño sujeta el lápiz básicamente con todo el puño. Este es el agarre más inmaduro, pero es parte esencial en el desarrollo de la escritura. Es la forma de coger el lápiz que solemos observar en niños muy pequeños, de hasta 2 años.
Prensa digital pronada:  Normalmente aparece entre los 2 y 3 años. Los dedos sujetan la herramienta, el hombro comienza a ser más estable y por eso los movimientos comienzan a ser más distales (naciendo del codo y el antebrazo).
Pinza cuadrípode: Suele aparecer a los 3 años y medio/4 años. Los cuatro dedos participan en el agarre. Ahora el movimiento procede de la muñeca y la mano. Hay mayor estabilidad de hombro y codo. Inicialmente sigue siendo un agarre estático, pero puede ir evolucionando a uno más dinámico.
Pinza trípode: Aparece entre los 4 años y medio, pero sigue desarrollándose y perfeccionándose hasta los 7 años. En ella participan el dedo pulgar, índice y corazón. Al principio, los dedos funcionan de manera unitaria, pero posteriormente madura hacia una pinza trípode dinámica.

*NOTA IMPORTANTE: El TO podrá clasificar como INMADURO aquel agarre que, por edad, esté menos evolucionado. Por ejemplo, un niño de 4 años que sigue haciendo agarre cilíndrico, se considerará deficitario.
Normalmente observamos otros tipos de agarre que NO cumplen los criterios de funcionalidad y, por ese motivo, los clasificamos como “deficitarios”. Para que los entendamos, os muestro un par de ejemplos a continuación:
Pinza interdigital: El lápiz se estabiliza entre los dedos de la mano. El niño, normalmente, utiliza este agarre cuando necesita más estabilidad en la mano. Esto puede ser a causa de debilidad muscular, rigidez articular, y un largo etcétera.
Pinza con la yema de los dedos: El lápiz se controla con la punta de los dedos. Normalmente son el meñique y el anular los que lideran el movimiento. Es normal que este agarre haga una breve aparición en el paso de digital pronada a prensa cuadrípode en el desarrollo natural de la mano, pero pronto desaparece ya que no aporta estabilidad en la mano ni control del lápiz durante su uso.
Hay una serie de requisitos que debemos potenciar y conseguir antes de esperar un agarre/uso funcional del lápiz. Es importante que, si detectamos problemas en esta área, observemos con atención los siguientes componentes:
Estabilidad Proximal: Decir esto de “estabilidad antes que movilidad” es como un mantra para los terapeutas. Es esencial que el niño desarrolle una base estable para realizar los movimientos finos de forma apropiada. Esto se traduce como buena postura en la silla, musculatura escapular estable y antebrazos encima de la mesa.
Estabilidad de la Mano: Es aquí donde el concepto “disociación de la musculatura de la mano” toma importancia; En una prensión madura del lápiz, los dedos que trabajan son el pulgar, el índice y el corazón, mientras que el anular y el meñique reposan en la mesa sirviendo de base para la escritura.
Movilidad de la mano: El pulgar, el índice y el anular son los dedos encargados de mover el lápiz. Esto ocurre gracias a pequeños movimientos necesarios para crear trabajos finos y delicados como la escritura. Los músculos de la mano necesitan desarrollarse para que el resto de los dedos no tengan que acudir al rescate, dando como resultado un agarre deficitario y complejo.
Otro grupo importante de componentes que influyen en el agarre son la motivación, la integración bilateral, las habilidades perceptivas y cognitivas, la coordinación visomotora, la planificación motora, la memoria y un largo etcétera que seguro que el Terapeuta Ocupacional observará y potenciará con el objetivo de mejorar las áreas deficitarias.


Hay numerosos estudios e investigaciones que tienen este tema como objetivo, pero la realidad es que no hay datos concluyentes sobre si un tipo de agarre u otro es mejor o peor…lo que si podemos determinar es que, con frecuencia, sea por la poca legibilidad de la escritura o por quejas directas del niño, llegan a la clínica consultas relacionadas con la habilidad de coger y utilizar el lápiz. Enumero las más comunes a continuación: 
 
Tensión, sobrecarga o estrés biomecánico en las articulaciones de la mano.
Dolor o cansancio durante la escritura.
Escritura lenta. 
Agarre inmaduro que indica inestabilidad o falta de movilidad.
 
Es difícil tener un tratamiento milagroso que mejore drásticamente la escritura, pero con trabajo duro, reajustes y constancia, podemos ajustar las habilidades manipulativas de los niños y ayudarles así a tener un mejor control del lápiz y de otras herramientas que utilizamos con las manos, como tijeras, troqueladoras, pinceles, cubiertos y un largo etcétera. 
Los terapeutas ocupacionales podríamos estar horas y horas hablando sobre la mano y sus tipos de agarre, sobre como muchísimos componentes están involucrados e influyen las habilidades manipulativas y académicas, pero lo importante aquí es saber que todo se puede entrenar y mejorar con esfuerzo y constancia. Nadie tiene una barita mágica que haga que funcionemos a la perfección, pero con ilusión, paciencia e interés podemos convertirnos cada día en la mejor versión de nosotros mismos. Si a un niño le gusta pintar…¿es realmente importante de qué manera coja el lápiz? Para mí, no. Lo importante es que sea feliz, funcional y autónomo.

Por Rosa Turégano, Terapeuta Ocupacional de Centro Sie7e.

jueves, 28 de mayo de 2020

Aprendemos a retirar el pañal

Con la llegada del buen tiempo y el calorcito, además de pensar en la playa y en los paseos por el campo, todos los padres con hijos de entre y dos y tres años nos planteamos la retirada del pañal. 

Lo primero que debemos tener en cuenta es que el control de esfínteres es un proceso fisiológico y que requiere de la madurez suficiente no sólo de los órganos implicados, si no que requiere también cierta madurez cerebral.

¿Qué debemos tener en cuenta antes de la retirada del pañal?

1.  El niñ@ debe ser capaz de mantenerse seco al menos una hora

Me imagino que os preguntaréis cómo podemos ser capaces de saber si nuestro pequeño está seco durante al menos 50 minutos, pues por ejemplo haciendo una tabla de registro donde iremos anotando cada vez que se hace pipí y la hora de forma, también podemos poner una alarma cada cierto tiempo e ir comprobando si esta seco. Lo importante al final es que controlemos el tiempo que es capaz de aguantar, así que mi recomendación es anotarlo. Si el niño no es capaz de aguantar al menos 40 o 50 minutos seco no intentaría la retirada del pañal, pues en uno de los indicadores de que fisiologicamente aun no está preparado

2. El niñ@ debe ser capaz de mantenerse sentado en el orinal u WC al menos uno o dos minutos

Y pensaréis... ¿por qué tanto tiempo sentado? Si cuando yo tengo que ir al baño me siento y hago pipí inmediatamente (con la caca a veces no es tan fácil) Pues bien cuando estamos aprendiendo una tarea y,  aún más, cuando es fisiológica necesitamos (y perdonad la redundancia) aprender a sentir cuales son las señales que preceden al acto de orinar o defecar, para así ser capaces de predecirlas en otros momentos.

Y creo que esta es la parte más difícil del proceso, puesto que mantener aun niño de 2/3 años sentado durante uno o dos minutos, con los millones de cosas interesantes que hay en el mundo...es una tarea titánica.

Pensaréis que soy una exagerada, y aquí viene el pero: os recomiendo que durante ese tiempo que esté sentado no esté haciendo otra cosa. Así que olvidaos de móvil o tablet para entretenerlo durante los dos minutos de rigor, lo suyo es que permanezca sentado y atento a esas señales de las que hablábamos. Además corremos el peligro de que quieran sentarse en el wc u orinal solo para que le des el dispositivo. Si durante ese tiempo no hace pipí, no pasa nada, nos levantamos y lo volvemos a intentar pasado 5 o 10 minutos, sobre todo si estamos cercanos a su hora de aguante.

Si en ese tiempo hace pipí podemos dar algún refuerzo, para mi el más interesante es el refuerzo social, es decir reforzar verbalmente la conducta positiva. Hay otro tipo de reforzadores, como un regalito (por ejemplo un juguetillo o una chuche, o un tiempo en un dispositivo electrónico) pero me parecen más peligrosos, ya que se acostumbran muy fácilmente a que haya un premio y luego es más difícil de retirar.

En mi opinión hacer “una fiesta” de vítores después del pipí o la caca es suficiente.

3. Debe presentar algún indicio previo a orinarse o sentir que se ha mojado

Hay niños que se dan cuenta muy pronto de esa sensación que antecede al pipí o la caca, otros tardan un poco más. Pero lo importante es que se den cuenta de que estén mojados o manchados, atención que esto no quiere decir que estén incómodos; algunos si lo estarán, pero a otros le divierten la sensación de estar mojado e incluso jugar con el charquito o con la caca, lo importante es que realmente se den cuenta de que ha ocurrido algo diferente.

4. Debe ser capaz de seguir órdenes sencillas

Como ya anticipé anteriormente, ser capaz de controlar esfínteres requiere de madurez no solo fisiológica sino también cognitiva, el peque debe ser capaz de seguir órdenes sencillas del tipo: ven, quítate la ropa, siéntate, espera... Si estos prerrequisitos básicos aún no se han adquirido lo mejor será esperar, no es bueno forzar una situación para la que el niño aún no está maduro y podemos perjudicar más que favorecer un proceso que con un poco más de tiempo y maduración fluirá sin inconvenientes.

Si nuestro pequeñajo ya cumple con estos requisitos, podemos empezar con la temida operación pañal. Debo advertir que, como cualquier otro proceso de aprendizaje, habrá niños que lo adquieran más rápido y con mayor soltura que otros, pero no desesperemos: la paciencia y la calma deben estar siempre presentes en este aprendizaje.

Si vemos que nuestro pequeñ@ aún no está preparado no pasa nada, podemos ir haciendo cosas que nos vayan ayudando para después, como llevarlos cuando alguien de la familia vaya al baño y haciendo el proceso lo más natural posible.

Hay algunos cuentos que nos pueden ayudar en la retirada del pañal, os dejo aquí una relación de los que más me gustan a mi:

- "Puedo mirar en tu pañal." Ediciones SM de Guido Van Genechten

- " El libro de los culitos." Ediciones SM. Guido Van Genechten

"Todos hacemos pipí." ED librosaurio.Frederique Loew

 "¿Qué es la caca?" Ed. Usborne


 - "El orinal de Lulú." Ed. SM Camilia Reid


 Libros hay un millón. A mi, personalmente, me gustan estos pero hay para todos los gustos y colores, así que id mirando cual es el que más encaja con vosotros. 

Procedimientos para la retirada

Hay dos tipos de estrategias que podemos seguir a la hora de retirar el pañal:

1. De forma progresiva

Esta forma de retirada del pañal es, por llamarla de alguna forma, más cómoda para los padres pues hay ratos en los que se mantiene al niño con el pañal. A veces, por el trabajo o porque el niño está con otros familiares, no podemos estar constamente vigilando el proceso de aprendizaje, por lo que hay momentos que el niño sigue llevando el pañal. Esto puede verse como una ventaja pero, según mi experiencia, suele alargar mucho el proceso de aprendizaje, confundiendo en muchas ocasiones a los niños y haciendo que no sea tan efectivo.

Como os digo, es una forma de hacerlo tan válida como otra cualquiera, pero no tan efectiva. Así que, si es posible, yo lo haría de forma única.

2. De forma única

Cuando hacemos la retirada de forma única realmente lo que hacemos es prácticamente eliminar el pañal de la rutina diaria del niño excepto para las siestas (si es que aún las tiene) y la hora de dormir (ya que aguantar toda la noche,  a veces, requiere un poco más de tiempo).

El contra de esta forma es que, los padres y familiares cercanos del niño debemos estar muy pendientes en los primeros días a la situación, pues cada 40  minutos o una hora debemos recordar al niño que debe hacer pipí.

Que cosas debemos y no debemos hacer en la retirada del pañal

1.  Nunca debemos regañar o hacer sentir mal al pequeño porque haya habido un escape, ni 7, ni 8. Como hemos visto, los procesos de aprendizaje conllevan errores, y,  aunque a veces nos sintamos desbordados por la situación, nunca debemos hacer sentir al niño culpable porque haya habido escapes de pis o caca.

2.  El procedimiento cuando esto ocurra es de total implicación por parte del niño: él debe retirar la ropa manchada, ayudar a limpiar y a asearse,  y luego volverse a vestir. Si aún no consigue hacer estos pasos por si mismo (no os agobiéis, ya que la mayoría no lo hace) le ayudamos nosotros, pero ojo: digo ayudar, no hacerlo todo. El peque debe ser consciente que los actos generan consecuencias y que debemos, en la medida de lo posible, restaurar aquello que hayamos manchado.

3.  A veces los adultos mostramos mucha animadversión por los deshechos de nuestro propio cuerpo y eso el niño lo nota y en ocasiones perciben que el pis o la caca son cosas malas y se aguantan para no hacerlo, cosa que perjudica seriamente el proceso de aprendizaje. Ya que, cuando nuestra vejiga esta llena, el pis saldrá queramos nosotros o no y a la hora de defecar el aguantarse puede generar que las heces se endurezcan y provoque estreñimiento, con el dolor que ello conlleva posteriormente para la expulsión, confirmándole al niño que realmente aquello es algo malo. Debemos actuar con total normalidad y dejar incluso que el niño experimente con sus deshechos, que los tire al wc si lo hace en el orinal, que lo vea en la taza antes de tirar de la cadena, incluso hay niños que saltan sobre su pipí (no voy a animarlo a hacerlo pero tampoco le regañaré si lo veo). Está experimentando, y reconozcamos que es un poco asqueroso, pero la mar de divertido.

4. Cada vez que vayamos al baño nos lavaremos las manos, así vamos adquiriendo de paso normas de higiene que nos vendrán fenomenal luego.

5.  Es bueno ir dejando cada vez más espacio entre cada micción, de forma que demos tiempo al niño a explorar sus propias señales y que se vea en la necesidad de pedir ir al baño, ir solo o hacerse encima. Todas estas posibilidades nos generan la posibilidad de aprender, así que los papás debemos ir retirándonos cada vez más del acto para dar paso al aprendizaje.

Espero haber ayudado o despejado dudas acerca de este aprendizaje por el que todos pasamos, y si tenéis alguna duda no os cortéis y preguntad lo que queráis. Si habéis llegado leyendo hasta aquí muchas gracias por la atención.

Por Trinidad Cosano, psicóloga de Centro Sie7e.


lunes, 25 de mayo de 2020

Hablemos sobre TEL (Trastorno Específico del Lenguaje)

Hoy os dejamos una recopilación de 8 artículos, a mi parecer bastante interesantes y a la vez heterogéneos, sobre el Trastorno específico del lenguaje.

Cuando diagnosticamos o nos llega un niñx con este diagnóstico, lo primero que debemos saber es, cual es la vertiente con más dificultades; la expresiva, la comprensiva o ambas. A partir de aquí, debemos evaluar y analizar el lenguaje para conocer que componente de este se encuentra más afectado y posteriormente conocer a que subtipo de TEL pertenece (para mí la clasificación más acertada y creo que más en uso, es la de Rapin y Allen 1983, 1987; con una revisión de Rapin en 1996)

Para aclarar algunas ideas o conceptos sobre el lenguaje, he querido dejaros descritos algunos puntos que debemos tener en cuenta: primero, como es el desarrollo típico del lenguaje, debemos conocer cual es la normal para poder realizar una correcta evaluación y en el caso que sea necesario (SI, NO SIEMPRE ES NECESARIO INTERVENIR) una correcta intervención. Por otro lado también debemos conocer cuáles son los componentes del lenguaje, para poder identificar de forma clara, cual es el componente afecto.

 Por lo general la secuencia del desarrollo del lenguaje se divide en:

- Período prelingüístico, también llamado período preverbal o etapa oral no lingüística.

- Período lingüístico o verbal.

El paso entre ambos períodos se realiza de forma progresiva.

 Los principios del desarrollo típico del lenguaje (Owens, 2003) son:

- El desarrollo es predecible.

- La mayoría de los niños suelen alcanzar los hitos del desarrollo más o menos a la misma edad.

- Es necesario que existan oportunidades para el desarrollo.

- Los niños atraviesan períodos o fases evolutivas.

- Los individuos pueden llegar a ser muy diferentes, de manera que existe un amplio rango para ubicar la normalidad.

Teniendo en cuenta el último punto y además, como muchos (por no decir la gran mayoría) de los trastornos del desarrollo, aunque se “llamen igual” cada caso es único, por lo que el plan de intervención siempre deberá ser diseñado de forma individual y atendiendo a las demandas del niñX, de la familia y del entorno.

 Las alteraciones del desarrollo del lenguaje podemos clasificarlas en:

- Retraso Simple del Lenguaje: existe un retraso a nivel temporal del desarrollo del lenguaje pero con una evolución paralela a la típica en los rasgos característicos de cada etapa.

- Trastorno Específico del Lenguaje o TEL (también llamado disfasia): Se observan diferencias en el desarrollo de los distintos componentes, coexistiendo habilidades lingüísticas propias de su edad con otras que se encuentran en desfase.

- Trastornos del lenguaje en el marco de otras alteraciones: existen diferentes cuadros en los que uno de los principales síntomas es el déficit en el desarrollo lingüístico.

 En otra entrada del blog, haré más hincapié en este punto, puesto que me parece de gran interés hablar sobre trastornos del lenguaje en daño cerebral adquirido y sobrevenido, en cuadros epilépticos o en la apraxia.

 Por nombrar  y definir de forma muy breve, y no extenderme más, los componentes del lenguaje son: semántica (contenido y codificación de ideas), léxico (palabras o símbolos), fonología (unidades sonoras), sintaxis (orden correcto de la oración), morfología (forma y organización de la palabra) y la pragmática (sentido y uso del lenguaje).

 Debemos tener en cuenta todos estos aspectos para un buen diagnóstico de cualquier afectación lingüística, así como de los componentes cognitivos asociados al mismo.

En próximas entradas hablaremos de la intervención en los diferentes trastornos lingüísticos.

Para descargar los artículos sobre el Trastorno específico del lenguaje haz clic en el siguiente enlace: descargar artículos en PDF


Por Mª José Bermúdez, logopeda de Centro Sie7e.


viernes, 22 de mayo de 2020

¡Jugamos a Pasapalabra!

Hoy os dejamos con un juego que ha sido y es de los más famosos de la tele. 
Se trata del juego de PASAPALABRA.

Está formado por un rosco con cada una de las letras del abecedario. Consiste en leer las
definiciones que aparecen con cada letra y adivinar la palabra que se corresponde con
dicha letra y definición. De esta manera trabajamos lectura, compresión lectora y
vocabulario. Además si añadimos un tiempo limitado dependiendo de las características
de la persona que realice esta actividad (edad, dificultad…), estaríamos trabajando
también la velocidad de procesamiento.

El juego además de realizarse con una sola persona, también pueden jugar dos, o
incluso hacer dos equipos con varias personas. En estos dos últimos casos se trabajaría
también la toma de turnos, ya que cada jugador o equipo tendría que esperar su turno
para leer la definición y dar la respuesta correcta.

Este juego está destinado a partir de los 6-7 años que por lo general, los niños ya tienen
adquirida la lectura y además se tratan de definiciones muy sencillas. Este juego se
puede utilizar también con pacientes adultos con afasia o demencia y en el caso de
los niños más pequeños que todavía no han aprendido a leer, se pueden utilizar las
imágenes para la estimulación del lenguaje oral o incluso algún adulto puede leer la
definición para que el niño simplemente diga la palabra correcta, trabajando la
comprensión lingüística y el vocabulario.

En cualquier caso, se trata de un juego muy sencillo y divertido que esperamos que os
guste tanto como a nosotras.

Os dejamos el enlace del material para jugar a este juego en casa.


Por Malu López, Logopeda de Centro Sie7e

Hablamos sobre "Mutismo selectivo"