En muchas ocasiones pensamos que el bienestar psicológico depende solo de
la persona y que es algo que surge de forma innata, sin embargo, el concepto de
higiene mental parte de una idea más completa del bienestar y la calidad de
vida. Es decir, es una relación bidireccional entre lo que la persona es capaz
de cambiar del entorno en el que vive y la interacción de la persona con el
entorno. En conclusión, el bienestar psicológico son una serie de estrategias,
para conseguir el equilibrio emocional y cognitivo, que cada persona debe
aprender a desarrollar según sus características.
Las consecuencias de no cuidar nuestra salud mental aparecen en forma de
trastornos psicosomáticos (cefaleas migrañosas o tensionales, hipertensión,
taquicardia, tics, contracturas, etc.) y conlleva una baja calidad de vida que
nos repercute a nivel social, laboral y personal.
Para tener una buena salud mental hay que centrarse en el aquí y ahora y
dedicar diariamente un tiempo a desconectar y a la gestión de las emociones
A continuación, os dejo una serie de recomendaciones generales para tener una buena salud mental y disfrutar sus beneficios.
1. Proponte expectativas razonables. En múltiples ocasiones estamos insatisfechos emocionalmente porque en nuestra vida diaria nos marcamos expectativas poco razonables, por ejemplo, nos comparamos con personas que no conocemos o que solo conocemos por redes sociales y nos frustramos por no tener la vida idílica que nos muestran estas personas en sus redes sociales.
2. Deja atrás los imposibles. Reflexiona sobre tus objetivos inalcanzables, desglósalos en otros objetivos más realistas que puedan ser satisfactorios.
3. Cuídate. Parar, descansar y cuidarse físicamente nos hará tener más plenitud a nivel emocional. Una buena alimentación, dormir las horas suficientes, tener un sueño de calidad y realizar deporte pueden ser fundamentales para la salud mental.
4. Medita. Realiza meditación o simplemente dedica 10 minutos para realizar relajación.
5. Planifica y delega. Tener una rutina es fundamental para llevar el día a día, para ello puedes hacer listas o planificar la semana con agendas o horarios. Además, delega algunas tareas, no podemos abarcarlo todo, es imposible y nos genera malestar y ansiedad. Comparte las tareas y no te sientas mal por renunciar a ciertas cosas que no son importantes.
6. Disfruta de las pequeñas cosas. Disfruta de un café con unos amigos, las risas con tu pareja, una conversación, leer un libro, escuchar tu canción preferida o un bonito atardecer.
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